Como
coaching denominamos a una
metodología de aprendizaje dinámica e interactiva que se desarrolla entre un
coach (tutor, instructor) y un
coachee(aprendiz) para el
desarrollo pleno de las capacidades y habilidades de este último, ya sea en el plano
personal, profesional, empresarial u organizacional, con el objetivo de alcanzar determinadas metas y conseguir los mejores resultados.
Como tal, coaching es un vocablo procedente del inglés que se deriva del verbo to coach, que significa ‘instruir, entrenar, preparar, ayudar’. Los roles asociados a esta actividad son los del coach, que es el instructor o entrenador, y el del coachee, que es el cliente, el aprendiz o pupilo.
El coaching es un proceso en el cual una persona o un grupo de personas son puestas bajo la tutela de un coach que los observa, asiste, orienta, acompaña, motiva y evalúa durante un periodo de tiempo determinado o durante el desarrollo de un proyecto, con el objetivo de ayudarlos a alcanzar metas específicas y lograr el máximo rendimiento posible de acuerdo con las capacidades, recursos y habilidades naturales de cada quien.
Durante el coaching, una persona es capaz de percibir cómo sus maneras de actuar y reaccionar ante determinados asuntos afecta su desempeño para conseguir objetivos específicos. Un buen proceso de coaching debe conducir necesariamente a una persona u organización a aprovechar mejor sus capacidades y mejorar sus resultados en relación con una situación o meta determinadas.
En este sentido, el coaching procura ofrecernos nuevas herramientas, métodos y técnicas que puedan favorecer nuestro desempeño, rendimiento y productividad; nos enfoca en la importancia de la planificación y correcta gestión del tiempo y los recursos; nos dota de una consciencia más clara con respecto al desarrollo del talento propio, y, finalmente, revitaliza la ambición de estar siempre en búsqueda de la excelencia en la conquista de nuestros objetivos.